—Me pasa igual en el hotel confesó de repente—. O quizá más aún, allí es peor por la noche. Es como si llevase dentro una bombilla eléctrica que sube por el pecho, baja por el abdomen, se mete en la cabeza y en el cuello. No me deja dormir porque siempre hay una parte del cuerpo dolorida, encendida, y no puede descansar. No es porque piense en lo que ha pasado, no me imagino los cadáveres ni las casas derrumbadas ni a la gente que sigue viva con quemaduras por el cuerpo. Pero hay algo que ha cambiado en las últimas semanas, quizá dentro de mí. —¿Y qué le ha dicho el médico? —pregunté. —Dice que es insomnio.
— Termush by Sven Holm, Daniel Sancosmed Masiá (Narrativa, #292)