«Me gustan los equipos trabajadores, constantes, honestos, valientes y jóvenes porque son todo lo que yo no soy. Me gusta el invierno porque puedo llenar de comida los bolsillos del batín y no tener que levantarme del sofá durante un Perú-Nueva Zelanda. El de la tele dijo que no era penalti porque el defensa tenía el brazo pegado al cuerpo, y menos mal, porque si lo tuviera despegado vaya susto, llamad a un médico, o algo».
Las columnas de Barraca y tangana (publicadas en el diario Levante) se han convertido en una contraseña de culto entre los ojeadores más exigentes.
Ballester escribe, aparentemente, de fútbol. Pero no te fíes: utiliza el regate de la ironía para despistar al lector. En verdad, escribe sobre lo que de verdad importa.