Azal biguna, 340 orrialde
Gaztelania hizkuntza
Descontrol editorial(e)k argitaratua.
Azal biguna, 340 orrialde
Gaztelania hizkuntza
Descontrol editorial(e)k argitaratua.
Podemos contar con los dedos de las manos cuántos años hace que llevamos un smartphone en el bolsillo. En poco tiempo, este aparato ha cambiado nuestras vidas y ha transformado la sociedad. Las consecuencias son conocidas por todos: estar siempre conectados y disponibles impide que nos paramos a descansar y a no hacer nada.
A partir de una experiencia colectiva de ayuno digital, este libro propone un método para escapar de la saturación de un dispositivo y de una industria diseñados para reclamar constantemente nuestra atención. Cómo en una huelga, la intención es abrir un espacio que nos permita experimentar otras maneras de relacionarnos con nosotros mismos, con las otras… sin estar intervenidas por los algoritmos.
Esta publicación viene acompañada de tres cartas dirigidas a las lectoras con indicaciones para hacer una pausa de internet y las pantallas de forma saludable. Necesitamos con urgencia tomar conciencia, compartir lo que sentimos …
Podemos contar con los dedos de las manos cuántos años hace que llevamos un smartphone en el bolsillo. En poco tiempo, este aparato ha cambiado nuestras vidas y ha transformado la sociedad. Las consecuencias son conocidas por todos: estar siempre conectados y disponibles impide que nos paramos a descansar y a no hacer nada.
A partir de una experiencia colectiva de ayuno digital, este libro propone un método para escapar de la saturación de un dispositivo y de una industria diseñados para reclamar constantemente nuestra atención. Cómo en una huelga, la intención es abrir un espacio que nos permita experimentar otras maneras de relacionarnos con nosotros mismos, con las otras… sin estar intervenidas por los algoritmos.
Esta publicación viene acompañada de tres cartas dirigidas a las lectoras con indicaciones para hacer una pausa de internet y las pantallas de forma saludable. Necesitamos con urgencia tomar conciencia, compartir lo que sentimos y poder decidir poner límites a las aplicaciones y a las redes sociales.
“La comunicación on-line se parece a la comunicación presencial cómo la luz eléctrica a la luz del Sol. Ilumina pero no calienta.”