Azal biguna, 192 orrialde
2019ko ots. 12a(e)an Seix Barral(e)n argitaratua.
Azal biguna, 192 orrialde
2019ko ots. 12a(e)an Seix Barral(e)n argitaratua.
❝[Q]uienes escriben sobre nuestro medio rural son hombres. Hombres sin vínculo ninguno con el medio, hombres que no trabajan en él. Hombres que viven en las grandes ciudades y que van de paseo el fin de semana al campo para escribir sobre él. Hombres que se desplazan kilómetros y kilómetros para escribir sobre nosotros. Hombres que, aunque no sea su intención, nos están quitando la voz. (…) Dan por hecho que nosotros no tenemos voz ni espacio ni somos válidos para contar nuestras propias historias.
[V]a siendo hora de que comprendan (…) que no necesitamos que nos deis voz. Que la tenemos. Que sabemos hablar, escribir, contar. Que tenemos un medio lleno de historias, palabras, vidas, semillas, veredas, animales, árboles, vínculos, personas. Que no queremos una literatura que use palabras para designarnos y que sea ella la que decida cómo llamarnos mientras nosotras aprendemos a no avergonzarnos de nuestras raíces …
❝[Q]uienes escriben sobre nuestro medio rural son hombres. Hombres sin vínculo ninguno con el medio, hombres que no trabajan en él. Hombres que viven en las grandes ciudades y que van de paseo el fin de semana al campo para escribir sobre él. Hombres que se desplazan kilómetros y kilómetros para escribir sobre nosotros. Hombres que, aunque no sea su intención, nos están quitando la voz. (…) Dan por hecho que nosotros no tenemos voz ni espacio ni somos válidos para contar nuestras propias historias.
[V]a siendo hora de que comprendan (…) que no necesitamos que nos deis voz. Que la tenemos. Que sabemos hablar, escribir, contar. Que tenemos un medio lleno de historias, palabras, vidas, semillas, veredas, animales, árboles, vínculos, personas. Que no queremos una literatura que use palabras para designarnos y que sea ella la que decida cómo llamarnos mientras nosotras aprendemos a no avergonzarnos de nuestras raíces y nuestra tierra. No queremos una narrativa que nos llame granjeros. Que nos ponga nombres. No queremos más columnas llenas de nostalgia por pueblos que se mueren. Estamos hartas de habitar en reportajes de domingo. Cansadas de ser reducidas a personajes de Los santos inocentes. Dolidas de convertirnos en los ataúdes que sepultáis dentro de ese territorio al que llamáis vacío. Aburridas de que nos enmarquéis sólo en escenas de hambre, dolor y miseria.❞